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jueves, 11 de agosto de 2016

CANARA (UN NUEVO EDÉN)


CANARA –UN NUEVO EDÉN- 

"Por aquellos campos correteaban las Ninfas al atardecer"

Ermita de la Virgen de la Peña (Canara)

No es ningún descubrimiento que Canara goce de un emporio floral, un “Nuevo Edén”, una próspera y exuberante selva de frutales y flores que emergen por ambas riberas del Argos, —antaño llamado río Canara—, bajo el manto protector de su patrona, la milagrosa Virgen de la Peña, (antigua titular del patronazgo de Cehegín), y cuyas fiestas populares y romería se suelen celebrar cada 15 de agosto, La patrona fue trasladada desde su santuario en lo alto de la 'peña' hasta el precioso templo del centro de la villa, donde, en una tarde deslumbrante,  aguardaba el "Cristo de Portugal", como gustan llamarlo los lugareños. 

Cristo de Portugal

Este Crucificado fue adquirido en Fátima hace años por los miembros de una excursión encabezada por el sacerdote don José García y Paco "El Tórtola", entre otros. Se trata de una sobrecogedora imagen con unas enigmáticas marcas grabadas en el pecho, que dicen, evoca algo de aliento, antes de sufrir la lanzada del centurión Longinos, por ello aseguran que simboliza el hálito postrero de Jesús. Después de realizar el acto del encuentro, volvieron ambos tronos al templo para disponer la tradicional procesión patronal del día de la Asunción.

Fiestas Virgen de la Peña (Romería)

Canara, ya consolidada esta manufacturación floral, no sería descabellado pensar en proporcionarle el marchamo poético, un emblema de origen, que lleva consigo esta producción: 'El Lenguaje de las Flores', se podría denominar. Bien es sabido que las flores poseen un acento propio que es toda una tradición.
En tiempos del Romanticismo, cuando se buscaba la Flor Azul, los amantes se confesaban sus sentimientos en ese lenguaje floral: “El fuego de tu mirada me abrasa el corazón” (Una rosa blanca y otra roja); “No hay nadie que pueda quererte más ardientemente que yo…” (Clavel blanco). 
La riqueza de la Naturaleza permitía diálogos llenos de afecto. Cualquier flor transmitía un mensaje semejante. Aun hoy, no es raro ofrecerle un hermoso ramo a la persona bienamada y no digamos una ofrenda floral a la Virgen.

Flores para la amada.

La costumbre de expresar pensamientos y sentimientos por medio de las flores nos llegó de Oriente. Pero esta práctica se ha ido perdiendo en los tiempos modernos y sólo nos quedan ciertas formas que nos hacen compañía en los momentos mas importantes de nuestra vida: Aquel “Dígaselo con flores”, el ramo de azahar para la novia, incluso las coronas dedicadas a nuestros difuntos… y sin embargo, ¡qué poco sabemos de ese lenguaje de sensibilidad mágica que se esconde tras ellas!

Dígalo con flores.

Y es que las flores son un compendio literario, un universo olvidado, que de vez en cuando aparece con la nostalgia de los tiempos pasados. Numerosas definiciones lo avalan a través de las obras de arte: la Pintura, la Música, la Poesía, el Cine, la Literatura, etc. son temas propicios a su remembranza: Alhábega, (Odio); Albaricoque, (Infidelidad); Mirto, (Amor); Ababol, (Sueño). 
Hay ilustraciones contradictorias respecto al Clavel: el Amarillo, (Desdén), Clavel Doble, (Amor Ardiente), el Rojo, (Amor vivo), y Clavel Seco, (Desprecio). Las Dalias también despiertan diversos estados de ánimo según su matiz: Amarilla, (Unión), Encarnada, (Tus ojos abrasan), Matizada, (Mirada engañosa), Morada, (Ten piedad de mí). Dondiego, (Coquetería). 
Otros muchos se desmenuzan de distintas definiciones: Azahar, (Virginidad); Geranios, (Melancolía); Jacintos, (Juegos peligrosos); Narcisos, (Vanidad); Orquídea, (Belleza); y finalizamos esta apoteosis floral con la Violeta, (Flor de la Pasión). Los poetas andalusíes hablaban de la Violeta como… "alas de mariposa teñidas con moras de jardín", y le encuentran un parecido con las huellas de un mordisco en la mejilla o… “en el seno de la amada". 
Lo dicho…, Canara es la Joya de la Corona de la fértil comarca ceheginense.

Jardín de las Hespérides (Tenerife)

Cuando Zeus viajaba hacia la Atlántida en busca del 'Fin del Mundo', seguramente, al pasar por nuestro paraíso ceheginero, creyó que sobrevolaba por los canarios 'Campos Elíseos' y dejó caer parte del frasco que guardaba para perfumar el 'Jardín de las Hespérides' y así nació el Edén Canarense. 




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