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lunes, 3 de abril de 2017

CALLE DE CIRUGEDA


CALLE DE CIRUGEDA

 

-OTRA DE LA CALLES EXTRAÑAS DE CEHEGIN-

 


Hay calles en Cehegín de las que mucha gente ignora su procedencia. Es el caso, que el otro día mostrando a un amigo el encantador casco antiguo ceheginero, por debajo del paseo de la Concepción, mi amigo me preguntaba: “Tú que siempre estás rebuscando historias, en recuerdo de quién es el nombre de esta calle…?  Se refería a la abrupta calle de Cirugeda, que recibe los primeros rayos del sol a la sombra del mirador del emblemático paseo, y baja desde la calle Diego Chico de Guzmán (Las Ruedas), hasta la calle Zafra.

Placa indicando la fecha que se remodeló el muro de contención del paseo.
 
Pues bien, después de informarle que allí, vivió antaño y tuvo su establecimiento la primera mujer barbera, curandera y sacamuelas de Cehegín, conocida como la Maestra Gañana, a quien el pueblo le atribuye una frase muy conocida, que se le espeta a quien dice alguna sandez: “¡Y el pijo once, como decía la maestra Gañana”).

Calle Cirugeda -parte de abajo-

Según el archivero Municipal, la calle Cirugeda, con anterioridad al año 1896, se hallaba integrada en la calle Saliente, segregándose al año siguiente. Es entonces cuando aparece en dicha calle el nombre de Francisco Cirugeda y Cirugeda. Nacido en Mogente (Valencia). Noble, militar, político y farmacéutico español. Siendo comandante, marchó a la guerra de Cuba, donde se distinguió por su bravura. El 7 de diciembre de 1896 el general cubano Antonio Maceo, conocido como “El Titán de Bronce” uno de los líderes independentistas de América Latina, avanzaba con su escolta personal: (el oficial médico; el Brigadier José Miró y una tropa de 20 hombres), cuando fueron detectados por una fuerte columna española del batallón "San Quintín" capitaneada por el citado Cirugeda, quienes abrieron un intenso fuego. Maceo fue alcanzado por dos disparos al igual que el teniente y otros soldados. Luego los españoles los remataron, dejando los cuerpos abandonados. Los cadáveres de Maceo y el teniente fueron recogidos por el coronel habanero Aranguren, y enterrados furtivamente en la finca de dos hermanos, que juraron guardar el secreto hasta que Cuba fuese libre e independiente.

Escena muerte de Maceo, por las fuerzas de Cirugeda.

Al regresar a España en 1897 entró a formar parte del cuarto militar de la Reina y después del Rey, allí permaneció hasta su ascenso a General de Brigada en marzo de 1908. Al ascender al siguiente año se le confirió el mando de la primera brigada de la 10ª División. En 1918, es nombrado consejero del tribunal supremo de guerra y marina. Madrid también le reconoció colocando su nombre en una de sus calles. Por tantos hechos heroicos, se le otorgó numerosas cruces, entre ellas "la Cruz de San Hermenegildo".
Por lo tanto, ya sabemos el motivo de darle este topónimo a tal calle ceheginera. 
En el año 1900 esta calle tenía 64 habitantes, distribuidos en 25 casas habitadas. Había 15 braceros, una barbera y el resto eran mujeres y niños. En el año 1950 la calle Cirugeda tenía 20 casas habitadas y 55 habitantes. Ya a finales de los años 80 se tramitó expediente de ruina de alguna casa por el peligro de derrumbe que representaba. Con posterioridad se realizaron algunos arreglos en la zona, y fue en el año 2007 cuando se adecuó y arregló definitivamente, estrenando pavimento, jardinería e iluminación.

Fuentes: la tradición oral, diversos archivos y publicaciones y Archivo Municipal.






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