Desde mi Buhardilla Mesonzoica
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lunes, 26 de marzo de 2018

CAPIRUCHOS Y MANOLAS.

TIEMPO DE CAPIRUCHOS Y MANOLAS.


La procesión de Nuestro Padre Jesús, ha culminado con brillantez hasta la plaza del Castillo.



La mañana ha sido muy dilatada, desde los primeros guiños del sol has estado dispuesta para participar ataviada con tu túnica morada, primero en el emocionante "Encuentro" de María con su hijo, el Crucificado, en la recoleta placeta del Mesoncico y posteriormente en la luminosa procesión de Nuestro Padre Jesús el Nazareno; acabaste un poco acalorada, te despojas del capirucho mientras los bordados de tu manto centellean al reflejo de sol abrileño y tus lozanas mejillas afloran como ababoles en primavera. El mozo de tus anhelos te espera para celebrar el viernes Santo.


El público aguarda expectante la exaltación del pasodoble en la puerta del centenario casino ceheginero. Y hacia allí os dirigís de la mano para integraros en el mágico ambiente. Algunos visitantes admiran las fachadas blasonadas de escudos y otros 'cervecean' en las tabernas cercanas. La emoción se apodera de la calle Mayor y poco a poco la gente se agolpa alrededor de la antigua sociedad, como en sus mejores tiempos, cuando los señoritos asumían el mecenazgo de las cofradías poniendo en valor a sus respectivos coros con las disputas musicales.
Esta mañana se comenta que además de pasodobles como "Churumbelerias" o "La Gracia de Dios", se van a interpretar algunos con solos de trompeta como "Nerva" o de saxo "Opera Flamenca", que seguro sobrecogerán de emoción al público.



Maravillas te llaman, bella zagala, como la patrona de Cehegín, y guapa como tu madre, hoy terciopelo ajado, aunque gozando de esa serena belleza que aportan los años y las vicisitudes de la vida. Ella, tu madre, te espera en casa porque ha de engalanarte el atuendo para desfilar esta noche de “manola”, en la procesión del Santo Entierro. Tiene dispuesta su primorosa mantilla de blonda, que le trajo de Melilla su novio cuando regresó de la mili, y que ella lució tantas semanas santas. Hoy de nuevo el encaje saldrá del arca, celosamente guardado para que algún día tú lo lucieras, y esa fecha ha llegado.



Seguro que tú, agraciada Maravillas, cuando desfiles acompañando a la Virgen por el camino de la Amargura al socaire de la Dolorosa, serás admirada, como lo fue tu hermosa madre en su tiempo, Ella, desde vuestro balcón, suspirará orgullosa al paso del cortejo recordando aquellos tiempos queridos y, con una efímera lágrima desprendida de su pupila, elevará la vista al Cielo dando gracias por este momento de gratificante nostalgia.

(Antonio González Noguerol)
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